El Estado destinará 39.000 millones de los impuestos a cubrir el agujero en la Seguridad Social que dejan las pensiones
La diferencia entre la aportación de las cotizaciones y el gasto en pensiones se ensancha un 11% tras la revalorización.
El Estado tendrá que inyectar 38.612 millones de euros procedentes de sus ingresos a la Seguridad Social para tapar el agujero que dejará en las cuentas de este organismo el pago de las pensiones. Estos casi 39.000 millones de euros son la diferencia entre los ingresos por cotizaciones sociales de los trabajadores -que son la base fundamental del sistema de pensiones- y la factura definitiva, que se elevará un 11,4% tras la revalorización con el IPC aprobada por ley.
Según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado, que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha presentado este jueves en el Congreso de los Diputados, la Seguridad Social ingresará 152.075 millones de euros en cotizaciones sociales el año próximo (un 11,5% más). El Estado espera obtener más ingresos en cotizaciones por el aumento de las bases máximas y una mejoría prevista en el empleo, que se espera que siga creciendo también en 2023. Sin embargo, la Seguridad Social tendrá que hacer frente a una factura de pensiones que se elevará hasta los 190.687 millones (un 11,4% más) tras la revalorización.
La subida de las pensiones ha ensanchado la diferencia entre ingresos por cotizaciones sociales y el gasto en estas prestaciones en un 11%. Esta brecha es lo que se conoce como déficit contributivo. En las cuentas públicas para 2022, la diferencia entre las cotizaciones sociales y el gasto en pensiones era de 34.795 millones, mientras que en los presupuestos para 2023 la brecha se ha disparado a 38.612 millones (3.817 millones más).
Para cubrir parte de esa diferencia entre ingresos y gastos, el Estado inyectará 19.888 millones en concepto de "garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones a medio y largo plazo" (un 8,1% más que en 2022). También transferirá a la Seguridad Social 7.261 millones para complementos a las pensiones mínimas (un 3% más) y otros 3.003 adicionales para sufragar las pensiones no contributivas (un 8,3% más).
Como estas cuantías no son suficientes para tapar el agujero en las cuentas que dejan las pensiones y el resto de prestaciones que proporciona la Seguridad Social (ingreso mínimo, incapacidades temporales, dependencia...) el Estado transferirá un crédito de 10.004 millones "para equilibrar, presupuestariamente, las cuentas de la Seguridad Social". Sin el préstamo, la Seguridad Social tendría un déficit de 7.199 millones de euros.
Conviene recordar que el dinero que transfiere el Estado a la Seguridad Social procede fundamentalmente de los ingresos que obtiene de los impuestos y, en el caso del crédito, del endeudamiento público. Unos recursos que dejan de invertirse en otras políticas de gasto.
En total, el Gobierno ha dotado a la Seguridad Social con un presupuesto de 204.208 millones, de los cuales el 95% (194.369 millones) se va a pagar transferencias, como las pensiones y otros subsidios sociales. Las pensiones contributivas se llevan el grueso de esas transferencias. La Seguridad Social destinará 166.777 millones (un 11,2% más que el año pasado) a pagar estas prestaciones, mientras que se reservan otros 2.803 millones para pagar las pensiones no contributivas (un 8,3% más).
